Tarta de queso
La tarta de queso es un postre delicioso y muy fácil de hacer. Hay muchas versiones de esta tarta, pero te voy a enseñar una receta clásica que siempre sale bien y que puedes personalizar con el queso que más te guste o con la mermelada que prefieras. Para hacer esta tarta de queso necesitas los siguientes ingredientes²:
- 350 g de queso crema (puede ser Philadelphia, Mascarpone, Ricotta o el que más te guste)
- 2 huevos grandes
- 175 g de nata líquida para montar (crema de leche o nata para batir) con un 35% de materia grasa
- 100 g de azúcar
- 40 g de harina de trigo de todo uso
Estos son los pasos que debes seguir para hacer la tarta de queso²:
1. Precalienta el horno a 200ºC con calor arriba y abajo. Elige un molde desmontable redondo de unos 20 cm de diámetro y engrásalo con un poco de mantequilla. Forra la base y las paredes del molde con papel vegetal o papel para hornear, así te será más fácil desmoldar la tarta después.
2. En un bol grande, pon el queso crema a temperatura ambiente y bátelo con unas varillas eléctricas o manuales hasta que quede cremoso y sin grumos. Añade los huevos uno a uno, batiendo bien después de cada adición. Agrega el azúcar y la harina tamizada y sigue batiendo hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos.
3. Vierte la nata líquida fría y bate un poco más hasta integrarla con el resto de ingredientes. La nata le dará más cremosidad y suavidad a la tarta. Si quieres, puedes añadir una cucharadita de esencia de vainilla o ralladura de limón para darle más sabor.
4. Vierte la mezcla en el molde forrado y alisa la superficie con una espátula o una cuchara. Introduce el molde en el horno precalentado y hornea la tarta durante unos 45 minutos a 200ºC. La tarta debe quedar dorada por encima pero todavía un poco temblorosa por el centro, ya que se terminará de cuajar al enfriarse.
5. Apaga el horno y deja la tarta dentro con la puerta entreabierta durante unos 10 minutos más. Esto evitará que se baje o se agriete al cambiar bruscamente de temperatura. Luego saca la tarta del horno y déjala enfriar sobre una rejilla hasta que esté a temperatura ambiente.
6. Desmolda la tarta con cuidado y retira el papel vegetal. Puedes servirla así tal cual o decorarla con mermelada, fruta fresca, chocolate, caramelo o lo que más te guste. Guarda la tarta en la nevera hasta que vayas a consumirla.
¡Y ya está! Así de fácil es hacer una tarta de queso casera y riquísima. Espero que te haya gustado esta receta y que la disfrutes mucho.
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